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Entrevista a Zepp-LaRouche que se publicó
en varios periódicos chinos

Agosto de 2014

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EIRNS/Christopher Lewis
Helga Zepp-LaRouche en una entrevista con Xinhua en mayo.

23 de agosto de 2014 – Corresponsales de la agencia china de noticias Xinhua entrevistaron a Helga Zepp-LaRouche el 7 de agosto en Wiesbaden, Alemania. La entrevista publicada y circulada por Xinhua, en chino, fue retomada por otras publicaciones chinas, entre ellas por el diario en inglésChina Daily, cuya versión reproducimos enseguida traducida al español:

La Ruta de la Seda, esperanza de paz para el mundo

"Así como la antigua Ruta de la Seda, el Corredor Económico de la Ruta de la Seda no solo plantea la posibilidad de unir a la gente en lo económico, sino también de mejorar el intercambio cultural y de todo tipo entre los pueblos, para convertirse en un concepto completamente nuevo de un orden de paz del siglo 21", dice Helga Zepp-LaRouche fundadora del Instituto Schiller, un grupo de estudios alemán de asuntos internacionales y económicos.

Por varios años, la señora LaRouche y el Instituto Schiller, que ella fundó, vienen haciendo un llamado de manera persistente para establecer un Puente Terrestre Continental Eurasiático, así como un puente terrestre mundial, y cuando China anunció su propuesta para un Corredor Económico de la Ruta de la Seda, la señora LaRouche se emocionó mucho. Hace unos días en Wiesbaden, capital del estado alemán de Hesse, nuestros corresponsales la entrevistaron.

"Estoy muy contenta, porque esto es exactamente lo que necesita el mundo hoy. Saben, bajo la actual estructura económica, muchos países están aquejados por la miseria, y la Nueva Ruta de la Seda le da al mundo una oportunidad de oro para cambiar esto".

De acuerdo a como lo ven LaRouche y sus colegas, la Nueva Ruta de la Seda no es solo una red de transporte que une a Europa con Asia, sino que tiene una importancia mucho mayor. "Creo que la Nueva Ruta de la Seda no se debe limitar solo al Asia Central, sino que el concepto de la Ruta de la Seda puede ayudar a eliminar la pobreza, y a cambiar el mundo".

La primera vez que LaRouche visitó China fue a principios de la década de 1970, y de nuevo en 1996 para asistir a una conferencia. Este año, cuando estuvo de visita en China, viajó en el tren de alta velocidad que va de Beijín a Shangai. Le impresionó enormemente el rápido desarrollo económico que vio en esta ocasión. Ella le dijo a nuestros corresponsales: "Estos cambios no tienen paralelo. Yo nunca he visto a un país atravesar por un período de desarrollo de esta manera", exclamó con asombro. "Muchos países del mundo tienen la necesidad urgente de pasar por una transformación similar a la de China". LaRouche cree que la Nueva Ruta de la Seda pone de manifiesto, en la situación internacional actual, el concepto de beneficio y provecho mutuo para todos en la cooperación entre las naciones para asegurar su desarrollo común.

En mayo de este año, el primer ministro chino, Li Keqiang, durante su visita a África mencionó que China y África van a cooperar en la construcción de un tren de alta velocidad, autopistas, y en la aviación civil, como los tres componentes de una red de transporte. En este respecto, la señora LaRouche dijo que "esto explica de mejor modo la filosofía detrás de la Nueva Ruta de la Seda. Es una cuestión de cómo se implementa una visión para la siguiente fase en la evolución de la humanidad. En todo el mundo existe una necesidad enorme de construir infraestructura, y todos los países del mundo se beneficiarían de ello".

La señora LaRouche cree también que dentro del marco de la Nueva Ruta de la Seda, uno podría preparar y formular un plan para un nuevo orden económico que podría superar los conflictos étnicos e históricos, y del cual todos los países participantes se beneficiarían. La Nueva Ruta de la Seda trae esperanza a la economía mundial, y al mismo tiempo cuando hay países que enfrentan la amenaza del terrorismo y de problemas similares, proporciona un plan para ayudarlos a resolver estos problemas. Para eliminar el terrorismo y el narcotráfico se debe desarrollar un plan de desarrollo económico serio. Si se le muestra a los pueblos que si trabajan unidos para alcanzar una mejor vida, la naturaleza resolverá el problema del terrorismo.

LaRouche ve que diferentes naciones y regiones del mundo enfrentan diverso problemas y que los conflictos regionales pueden exacerbar las tensiones hasta el punto de hacer realidad la amenaza de una guerra global. Por lo tanto es necesario crear una plataforma de desarrollo económico, que sea congruente con el interés común de la civilización humana. "En este sentido, la Nueva Ruta de la Seda es la iniciativa más importante para la paz en el mundo", señaló ella.

Así mismo, LaRouche apela a la gente para que abandonen por completo la noción obsoleta y despreciable de que algunos países están condenados para siempre a estar sometidos a la pobreza, mientras otros siempre va a ser ricos y prósperos, para poder así crear un nuevo orden mundial en el que los pueblos de todas las naciones puedan alcanzar una existencia digna. "Yo creo que la Nueva Ruta de la Seda es exactamente lo que se necesita para ayudar a los pueblos a alcanzar ésta meta", dijo la señora LaRouche.